Me corrompes con tus palabras lejanas en el viento.
Y yo, te robo aquellos silencios que guardas en tu almohada.
Me deslizo por tus pecados, te regalo mis besos
El tiempo se convierte eterno en el segundo de tus manos.
Aquellos ojos tuyos que son tan míos, mis esclavos.
Y sonríes tan intrépido que intento engañarte
Juegas inventando carcajadas indispuestas.
Y yo, soñadora incompleta, pienso en dormirme en tus brazos.
Mi piel se sonrojea en el reflejo de la taza.
Y el café de madrugada se inviste en azucar mas de lo normal.
El olor a miel, el perfume en tu remera, tu sonrisa, tu espalda.
Tu sonidos, tu pies, tu voz, tu cama.
Me observas intentando descubrir mis pensamientos.
Aventurero que no renuncia a escabullirse en mis palabras
Intento cautivar tus ideas delirantes.
Revolucionas mi mundo.
Me regalas una historia de arte.
