Vamos a ver como es...

Que pasaría si por unos minutos mis oídos lograran sacar el sonido al ruido.
           Y tus palabras, que me hacen temblar, se convertirían en notas musicales.
Si cada vez que intento buscar eso que tanto me cuesta decir, hay un otro que lo dice por mi.

              Y yo, suspiro por estar en tu lengua, por romper con las reglas.

Esa loca idea de ser quien debo ser me desespera.

Me deja sin inicio, sin final, sin ninguna conclusión. Solo con interrogantes/interrogatorios.

Mientras que el ambiente se pone oscuro y solo escucho quejas.
Quejas sin sentidos, absurdas, de esas que nacen y mueren con el hombre y no llegan a ninguna acción.


Todavía necesito decir esa palabra.
      Desde el momento que revolucionaste mi imaginario, intento simbolizar.
Vuelvo a temblar, creo un conjunto de frases pre-existente.

    Un poco mas de alcohol,  un poco mas de conversación, un poco mas de mi.

Y las noches se hacen largas, las horas pesan.

  Intento dormir, ese sueño volverá a aparecer.

 Sabes que bien que me llevo con las imágenes, y que difícil se me hace decir que lo sembré.
Pero estoy decidida a enredar mis pensamientos, a pelear contra cada letra. Poder unir.
 
                Miedo.
       Eso era.

Simplemente tengo miedo.

   Ese miedo infantil.

        Miedo a cambiar de lugar.

A monstruos escondidos bajo la cama.

          A fantasmas oscuros.

                      A nuevos pasos....

               Canciones de payasos plin plin.

                    Colores de jardín.
             Inventar el mundo del revés.
                      Jugar con los pies.
                                               


                          A ser un poquito mas feliz.